EFECTIVIDAD PERCIBIDA (VS USO) DEL AFRONTAMIENTO (ACSQ) EN FUTBOLISTAS
Catalá Mesón, P.1 y Peñacoba Puente, C.2
1Prof. Asociado de Universidad, Universidad Rey Juan Carlos (España) patricia.catala@urjc.es
2Catedrática de Universidad, Universidad Rey Juan Carlos (España) cecilia.penacoba@urjc.es
Código UNESCO / UNESCO code: 611104 Medida de la Personalidad/ Personality assessment
Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe classification: 15 Psicología del Deporte
Recibido 3 de enero de 2018 Received January 3, 2018
Aceptado 9 de diciembre de 2018 Accepted December 9, 2018
Catalá Mesón, P. y Peñacoba Puente, C. (2019).Perceived Effectiveness (vs Use) of Coping (ACSQ) in Soccer Players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 19 (76) pp. 655-672.
DOI: 10.15366/rimcafd2019.76.007
RESUMEN
Este estudio analiza la estructura factorial de la versión española (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003) del Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento en el Deporte (Approach to Coping in Sport Questionnaire, ACSQ-1, Kim, 1999; Kim y Duda, 1997) en 562 futbolistas. Adicionalmente, se plantea la validación de una versión adaptada del ACSQ diseñada para valorar la percepción de efectividad. Los resultados del CFA ponen de manifiesto un ajuste satisfactorio para ambos modelos ACSQ-uso y ACSQ-efectividad, observándose mejores indicadores para el modelo de efectividad (x2/gl=2.57; CFI= .913; TLI= .904; RMSEA= .058). Por otro lado, las relaciones de las diferentes dimensiones de afrontamiento en su versión uso y en su versión efectividad con las variables externas consideradas (ansiedad y autoconfianza) ponen de manifiesto el diferente papel de ambos criterios, y la necesidad, por lo tanto, de contemplar ambos indicadores en la valoración del coping en el ámbito deportivo.
PALABRAS CLAVE: estrategias de afrontamiento, coping, uso, efectividad, deporte, fútbol.
ABSTRACT
This study examines the factorial structure of the Spanish version (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003) of the Approach to Coping in Sport Questionnaire (ACSQ-1, Kim, 1999; Kim y Duda, 1997) in 562 soccer players. Additionally, a second aim of this study is to analyze the psychometric properties of an adapted version of ACSQ designed to assess perception of effectiveness. The results of CFA provided a satisfactory fit for both models ACSQ-use and ACSQ-effectiveness, showing better indexes for effectiveness model (x2/df = 2.57; CFI = .913; TLI = .904; RMSEA = .058). Moreover, the relations between ACSQ-use, ACSQ-effectiveness and the external variables (anxiety and self-confidence) show the different roles of both criteria, and the need, therefore, of contemplate both indicators in the assessment of coping in sport.
KEYWORDS: coping, use, effectiveness, sport, soccer players.
INTRODUCCIÓN
Desde la década de los 80, las investigaciones sobre coping dentro de la psicología deportiva han aumentado exponencialmente (Doron, Stephan y Le Scanff, 2013). Desde los trabajos iniciales de Madden, Kirbkby y McDonald (1989), numerosos autores se han centrado en describir las estrategias más empleadas por los jugadores (Cirimele, 2011; Johnson y Ivarsson, 2011), las diferencias de uso entre deportes individuales y colectivos (Park, 2000) o respecto al género (Chamorro, Torregrosa, Sánchez-Miguel, Sánchez-Oliva y Amado, 2015; Kaiseler, Polman y Nichols, 2012), o la relación del coping con el estrés (Flores et al., 2017; Ivarsson, Johnson y Podlog, 2013; Kristiansen, Murphy y Roberts, 2012) y con el concepto de resiliencia (Aranzana et al., 2016; García, Molinero, Ruiz, Salguero, Vega y Márquez, 2014).
No es de extrañar por tanto que, en este interés creciente por el coping deportivo, se hayan empleado numerosos instrumentos para su medida, siendo muchos de ellos adaptaciones de instrumentos diseñados en población general como es el caso del Ways of Coping Questionnaire (WOCQ; Folkman y Lazarus, 1985) o el COPE Inventory (Caver, Scheier y Weintraub, 1989), o sus correspondientes adaptaciones al contexto deportivo como el Ways of Coping for Sport (WOCS; Madden, Kirbkby y McDonald, 1989) y el Modified Ways of Coping Questionnaire (MWOCQ; Crocker, 1992) con relación al WOCQ o el Modified-COPE (MCOPER; Crocker y Graham, 1995) con relación al COPE Inventory.
No obstante, la concepción del coping como proceso y la necesidad de contemplar las variables específicas situacionales (Frydenberg y Lewis, 1994; Sellers, 1995), supuso la creación de cuestionarios específicos para su medida en el ámbito deportivo, como es el caso del Athletic Coping Skill Inventory-28 (ACSI-28; Smith, Schultz, Smoll y Ptaceck, 1995) o el Inventaire des Strategies de Coping en Competition Sportive (ISCCS; Gaudreau y Blondin, 2002) entre otros. En este contexto, Kim y Duda (1997) diseñaron el Approach to Coping in Sport Questionnaire (ACSQ).Inicialmente, se partió de 78 ítems que se correspondían conceptualmente con trece dimensiones de coping (Kim y Duda, 1997) sometidos a las correspondientes validaciones en muestra coreana (Kim y Duda, 1997) y norteamericana (Kim, 1999). Sin embargo, la baja consistencia interna de algunas de las dimensiones y los resultados de nuevos análisis factoriales exploratorios revelan una estructura de seis estrategias de afrontamiento (reestructuración cognitiva, calma emocional, retraimiento mental, búsqueda del apoyo social, conductas de riesgo y religiosidad). Desde esta estructura factorial, se procedió a la aplicación de una versión reducida del ACSQ (32 ítems) a una muestra de deportistas coreanos (Kim, Duda y Ntoumanis, 2003), replicando la estructura de seis factores y mostrando adecuados indicadores de validez de constructo. Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) examinaron las propiedades psicométricas de la versión española del ACSQ en una muestra de 190 deportistas, obteniendo, mediante AFC, indicadores aceptables de ajuste. No obstante, la validación española cuenta únicamente con 28 ítems, valorando únicamente cinco de las seis dimensiones (reestructuración cognitiva, calma emocional, retraimiento mental, búsqueda del apoyo social y conductas de riesgo), debido a la resistencia mostrada por la muestra respecto a la aplicación de la subescala de religiosidad, que queda por lo tanto excluida de la versión española. El ACSQ ha sido empleado para analizar la relación de las diferentes estrategias de afrontamiento con el bienestar y la autonomía (Romero, Zapata, Letelier, López y García-Mas, 2013), así como con la satisfacción, el disfrute y la persistencia en el deporte (Kim, 1999).
Un dato especialmente relevante en la literatura del coping deportivo es el planteamiento de la necesidad de distinguir entre uso y efectividad percibida. Este hecho, ya era señalado por Márquez (2006), quién pone de manifiesto que una importante limitación de los diferentes instrumentos de coping deportivo es que se centran únicamente en el criterio de “uso”, descuidando por completo el criterio de “efectividad”. Así, para los deportistas, el hacer uso de una estrategia no garantiza que le resulte efectiva. El objetivo de una estrategia efectiva es minimizar ciertos tipos de cogniciones y reducir la cantidad de autorreflexiones, al menos en situaciones que requieran una rápida respuesta física. Además, estas últimas pueden ser consideradas como desadaptativas para el bienestar del jugador (Márquez, 2006). En cualquier caso, dado que el fracaso en desencadenar una respuesta adecuada al estrés se traduce, con frecuencia, en un empeoramiento de la capacidad de ejecución e incluso en un abandono deportivo, es evidente que los deportistas que participan en deportes competitivos necesitan emplear habilidades psicológicas y estrategias de afrontamiento efectivas para lograr satisfacer sus expectativas y mejorar su rendimiento (Romero, Zapata, Letelier, López, y García-Mas, 2013).
Aunque no se conocen estudios específicos sobre la diferenciación entre uso y efectividad percibida, de forma general, se observan diferentes resultados respecto al uso y a la efectividad percibida de las diferentes estrategias. Así, la literatura muestra que en el ámbito deportivo las estrategias más utilizadas son la reevaluación positiva, el apoyo social, el aumento del esfuerzo, la concentración en objetivos, la acción, la planificación, la comunicación y la resolución de problemas (Giacobbi, Lynn, Wetherington, Jerkins, Bodenforf y Langley, 2004; Holt y Hogg, 2002; Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). En cambio, en los escasos trabajos realizados respecto a la efectividad percibida, parece que la calma emocional, la planificación activa o las conductas de riesgo son las estrategias más efectivas (Romero, Zapata, Letelier, López y García-Mas, 2013).
Bajo nuestro conocimiento, pese al interés planteado de contemplar indicadores tanto de uso como de efectividad percibida en el coping deportivo, no existen trabajos que analicen los aspectos diferenciales de ambos criterios, tal vez porque tampoco se conocen instrumentos específicos de medida de la efectividad percibida del coping deportivo. Como excepción, y precisamente con el ACSQ, Romero, Zapata, Gracia-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010) analizan el posible efecto diferencial de la percepción de efectividad, añadiendo a la versión española del ACSQ un ítem para su medida en cada una de las subescalas.
En este contexto, el presente trabajo tiene dos objetivos fundamentales. En primer lugar, y dado que la única validación española del ACSQ ha sido realizada en deportistas en general, uno de nuestros objetivos es validar la estructura factorial del ACSQ en su versión española en una muestra de futbolistas. Por otro lado, en respuesta a la crítica realizada por Márquez (2006) y a esa primera aproximación llevada a cabo por Romero et al. (2010), un segundo objetivo es realizar un análisis comparativo de la estructura factorial de la versión original española del ACSQ (“uso”) y de una adaptación de la misma utilizando el criterio de percepción de efectividad (ACSQ-efectividad).
MATERIAL Y MÉTODOS
PARTICIPANTES
Se contó con la colaboración de 562 jugadores de fútbol, todos ellos varones, pertenecientes a seis equipos de la Comunidad de Madrid. La edad media de los participantes fue de 15,29 años (D.T= 1,86, rango [12-19 años]). Todos los participantes entrenan entre dos y tres veces por semana y compiten regularmente en fútbol federado nivel regional y/o nacional. La distribución de los participantes en las categorías incluidas fue la siguiente: infantil (28,3%, n=159), cadete (32,7%, n=184) y juvenil (39%, n=219).
INSTRUMENTOS
Estrategias de afrontamiento en el deporte. Se empleó el Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento en el Deporte (Approach to Coping in Sport Questionnaire, ACSQ-1) en su versión española (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). El cuestionario consta de 28 ítems en los que el deportista debe responder en una escala Likert de 5 puntos (de 1 “nunca” a 5 “siempre”) la alternativa que indique con qué frecuencia usa ciertas estrategias de afrontamiento en las situaciones competitivas. El instrumento permite la evaluación de cinco estrategias de afrontamiento: calma emocional, reestructuración cognitiva, retraimiento mental, conductas de riesgo y búsqueda de apoyo social.
Para estudiar la percepción de efectividad en el empleo de las estrategias de afrontamiento, se añadió a la versión original española ACSQ-1 (anteriormente descrita), una columna adicional donde los jugadores debían indicar la efectividad para cada uno de los 28 ítems, empleando igualmente una escala tipo Likert de 5 puntos (de 1 “nada efectiva” a 5 “muy efectiva”). Así, con la adaptación realizada, se disponía para cada uno de los ítems de una medida de “uso” y de una medida de “percepción de efectividad”.
Ansiedad competitiva. Se aplicó el Inventario de Ansiedad Estado Competitiva 2 (Competitive State Anxiety Inventory 2, CSAI-2; Martens, Burton, Vealey, Bump y Smith, 1990). Se empleó la versión española de Capdevila (1997). Este cuestionario evalúa los componentes cognitivos y somáticos de la ansiedad estado y la autoconfianza con relación a la ejecución deportiva referida a la competición. Consta de 27 ítems, con un formato de respuesta tipo Likert de 4 puntos (de 1 “nada” a 4 “mucho”). Los valores de alpha de Cronbach en nuestra muestra para las diferentes dimensiones son las siguientes: ansiedad somática (0,82), ansiedad cognitiva (0,76) y autoconfianza (0,82).
PROCEDIMIENTO
Se empleó un muestreo por conveniencia, solicitando la participación de 6 clubs de la Comunidad de Madrid, con los que diferentes miembros del equipo de investigación mantenían relación bien por su participación como psicólogas en los mismos o por formar parte de diferentes convenios de investigación-formación entre la universidad a la que pertenece el equipo y el club. A través de los coordinadores deportivos de los equipos se informó a los entrenadores y a los padres y se obtuvo así el permiso de éstos últimos para poder proceder a pasar los correspondientes cuestionarios de autoinforme. Estos fueron entregados a los niños y adolescentes por uno de los investigadores antes del inicio del entrenamiento con el fin de evitar la fatiga y/o las posibles respuestas emocionales (p.e. después de un buen o mal entrenamiento). Un total de 620 cuestionarios fueron distribuidos, de los cuales 562 fueron devueltos y correctamente cumplimentados (tasa de retorno: 90,64%).
ANÁLISIS ESTADÍSTICOS
Para el análisis de datos se utilizó el programa Mplus 6,0 (Muhten y Muthen, 1998-2010) y el paquete estadístico SPSS para Ciencias Sociales (SPSS 21) (Armonk, Nueva York, EE.UU.). El cálculo de los análisis descriptivos, la estimación de la consistencia interna y de las relaciones entre las dimensiones del ACSQ y respecto a las variables externas al cuestionario (ansiedad competitiva) fueron realizados con el programa SPSS, mientras que el análisis de la estructura interna del cuestionario se llevó a cabo con el programa Mplus 6.0. Los estadísticos y los criterios de ajuste adoptados se explican con detalle en los subapartados correspondientes de resultados.
RESULTADOS
ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LOS ÍTEMS
Se realizaron los análisis descriptivos (media, desviación típica, asimetría y curtosis) de los 56 ítems: 28 ítems de uso (Tabla 1) y 28 ítems de percepción de efectividad (Tabla 2). Siguiendo las recomendaciones de Bollen y Log (1994), se puede observar que los índices de asimetría y curtosis son próximos al valor cero y por debajo del valor absoluto de 2, lo que indica semejanza con la curva normal. Por tanto, se procede a la utilización de técnicas factoriales de máxima verosimilitud en el análisis factorial confirmatorio.
Tabla 1. Estadísticos descriptivos y pesos factoriales de los ítems del ACSQ- uso
Factor |
Item |
Media |
SD |
Asim. |
Kurt. |
Peso |
CE |
Me imaginé a mí mismo ejecutando la técnica adecuada |
3,87 |
1,10 |
-0,92 |
0,19 |
0,50 |
CE |
Me imaginé a mí mismo manejando mejor la situación |
3,73 |
1,11 |
-0,67 |
-0,21 |
0,60 |
CE |
Intenté bloquear los pensamientos negativos |
3,77 |
1,20 |
-0,65 |
-0,68 |
0,59 |
CE |
Me mantuve calmado y centrado en lo que estaba haciendo |
3,80 |
1,08 |
-0,76 |
0,00 |
0,60 |
CE |
Mantuve un estado emocional positivo para contrarrestar el problema que causaba mis sentimientos negativos |
3,59 |
1,13 |
-0,60 |
-0,28 |
0,59 |
CE |
Mantuve mi mente en los aspectos importantes de mi tarea |
3,77 |
1,03 |
-0,72 |
0,01 |
0,67 |
CE |
Respiré profundamente para relajarme |
3,64 |
1,19 |
-0,55 |
-0,59 |
0,41 |
RC |
Intenté buscar algo bueno en lo que había pasado |
3,71 |
1,07 |
-0,54 |
-0,25 |
0,57 |
RC |
Hice lo que se tenía que hacer, cada cosa a su tiempo |
3,58 |
1,13 |
-0,52 |
-0,40 |
0,42 |
RC |
Consideré la situación como una posibilidad de aprender |
3,95 |
1,04 |
-0,82 |
0,12 |
0,62 |
RC |
Pensé sobre cuál sería la mejor forma de manejar el problema |
3,75 |
1,03 |
-0,58 |
-0,26 |
0,63 |
RC |
Pensé en profundidad sobre qué pasos debía dar a continuación |
3,64 |
1,05 |
-0,59 |
-0,11 |
0,59 |
RC |
Me propuse nuevas metas para esa situación |
3,84 |
1,01 |
-0,74 |
0,17 |
0,48 |
RM |
Pensé que no había nada que hacer y lo acepté |
2,20 |
1,20 |
0,61 |
-0,62 |
0,43 |
RM |
Dejé de trabajar mis puntos débiles, (me di por vencido) |
1,66 |
1,14 |
1,58 |
1,24 |
0,76 |
RM |
Abandoné mis intentos de conseguir mis objetivos |
1,69 |
1,15 |
1,51 |
1,04 |
0,83 |
RM |
Acepté mis sentimientos y me di cuenta de que la situación no podía cambiarse |
2,53 |
1,34 |
0,33 |
-1,11 |
0,59 |
RM |
Dejé de intentar conseguir mi meta |
1,70 |
1,23 |
1,57 |
1,04 |
0,78 |
RM |
Comprendí que no podía hacer nada sobre lo que estaba pasando |
2,30 |
1,28 |
0,57 |
-0,82 |
0,54 |
CR |
Utilicé técnicas más complejas para enfrentar la situación |
3,36 |
1,01 |
-0,25 |
-0,37 |
0,54 |
CR |
Intenté utilizar habilidades y técnicas más complejas para enfrentar el problema |
3,44 |
1,12 |
-0,46 |
-0,42 |
0,70 |
CR |
Intenté utilizar habilidades, estrategias, o técnicas que apenas había practicado antes |
3,07 |
1,23 |
-0,04 |
-0,95 |
0,59 |
CR |
Fui cambiando de una estrategia a otra continuamente |
2,69 |
1,23 |
0,26 |
-0,88 |
0,36 |
BAS |
Si mis padres estaban presente en el partido, hablé con ellos sobre cómo me sentía |
2,90 |
1,47 |
0,05 |
-1,37 |
0,40 |
BAS |
Pedí consejo a mi entrenador sobre cómo manejar la situación |
3,12 |
1,27 |
-0,21 |
-0,93 |
0,60 |
BAS |
Le conté a mi entrenador (a) como me sentía para conseguir su comprensión |
2,66 |
1,31 |
0,19 |
-1,11 |
0,72 |
BAS |
Busqué apoyo emocional de mi entrenador (a) o compañeros (a) |
2,78 |
1,26 |
0,07 |
-1,01 |
0,64 |
BAS |
Hablé con alguien (entrenador, compañeros, o padres), que podía hacer algo concreto sobre el problema |
3,14 |
1,21 |
-0,18 |
-0,82 |
0,68 |
CE: Calma emocional; RC: reestructuración cognitiva; RM: retraimiento mental; CR: conductas de riesgo; BAS: Búsqueda de apoyo social
Tabla 2. Estadísticos descriptivos y pesos factoriales de los ítems del ACSQ- efectividad
Factor |
Item |
Media |
SD |
Asim, |
Kurt, |
Peso |
CE |
Me imaginé a mí mismo ejecutando la técnica adecuada |
3,69 |
1,09 |
-0,54 |
-0,39 |
0,53 |
CE |
Me imaginé a mí mismo manejando mejor la situación |
3,61 |
1,08 |
-0,32 |
-0,74 |
0,69 |
CE |
Intenté bloquear los pensamientos negativos |
3,83 |
1,14 |
-0,74 |
-0,35 |
0,62 |
CE |
Me mantuve calmado y centrado en lo que estaba haciendo |
3,98 |
1,08 |
-0,99 |
0,38 |
0,62 |
CE |
Mantuve un estado emocional positivo para contrarrestar el problema que causaba mis sentimientos negativos |
3,80 |
1,08 |
-0,68 |
-0,16 |
0,63 |
CE |
Mantuve mi mente en los aspectos importantes de mi tarea |
3,87 |
1,06 |
-0,70 |
-0,31 |
0,68 |
CE |
Respiré profundamente para relajarme |
3,93 |
1,15 |
-0,91 |
-0,06 |
0,48 |
RC |
Intenté buscar algo bueno en lo que había pasado |
3,71 |
1,06 |
-0,54 |
-0,25 |
0,60 |
RC |
Hice lo que se tenía que hacer, cada cosa a su tiempo |
3,58 |
1,13 |
-0,53 |
-0,40 |
0,56 |
RC |
Consideré la situación como una posibilidad de aprender |
3,95 |
1,04 |
-0,82 |
0,12 |
0,62 |
RC |
Pensé sobre cuál sería la mejor forma de manejar el problema |
3,81 |
1,05 |
-0,73 |
-0,03 |
0,63 |
RC |
Pensé en profundidad sobre qué pasos debía dar a continuación |
3,75 |
1,09 |
-0,70 |
-0,12 |
0,62 |
RC |
Me propuse nuevas metas para esa situación |
3,93 |
1,02 |
-0,77 |
0,08 |
0,61 |
RM |
Pensé que no había nada que hacer y lo acepté |
3,07 |
1,44 |
-0,15 |
-1,28 |
0,58 |
RM |
Dejé de trabajar mis puntos débiles (me di por vencido) |
3,21 |
1,65 |
-0,25 |
-1,59 |
0,78 |
RM |
Abandoné mis intentos de conseguir mis objetivos |
3,08 |
1,67 |
-0,13 |
-1,64 |
0,83 |
RM |
Acepté mis sentimientos y me di cuenta de que la situación no podía cambiarse |
3,12 |
1,39 |
-0,15 |
-1,19 |
0,67 |
RM |
Dejé de intentar conseguir mi meta |
3,15 |
1,74 |
-0,17 |
-1,72 |
0,87 |
RM |
Comprendí que no podía hacer nada sobre lo que estaba pasando |
2,99 |
1,44 |
-0,06 |
-1,33 |
0,67 |
CR |
Utilicé técnicas más complejas para enfrentar la situación |
3,45 |
1,00 |
-0,16 |
-0,48 |
0,49 |
CR |
Intenté utilizar habilidades y técnicas más complejas para enfrentar el problema |
3,48 |
1,11 |
-0,40 |
-0,50 |
0,67 |
CR |
Intenté utilizar habilidades, estrategias, o técnicas que apenas había practicado antes |
3,33 |
1,25 |
-0,28 |
-0,92 |
0,52 |
CR |
Fui cambiando de una estrategia a otra continuamente |
3,10 |
1,29 |
-0,06 |
-1,08 |
0,53 |
BAS |
Si mis padres estaban presente en el partido, hablé con ellos sobre cómo me sentía |
3,31 |
1,35 |
-0,32 |
-1,23 |
0,44 |
BAS |
Pedí consejo a mi entrenador sobre cómo manejar la situación |
3,58 |
1,25 |
-0,63 |
-0,55 |
0,64 |
BAS |
Le conté a mi entrenador (a) como me sentía para conseguir su comprensión |
3,12 |
1,34 |
-0,22 |
-1,09 |
0,63 |
BAS |
Busqué apoyo emocional de mi entrenador (a) o compañeros (a) |
3,31 |
1,37 |
-0,37 |
-1,05 |
0,66 |
BAS |
Hablé con alguien (entrenador, compañeros, o padres), que podía hacer algo concreto sobre el problema |
3,46 |
1,24 |
-0,51 |
-0,66 |
0,76 |
CE: Calma emocional; RC: reestructuración cognitiva; RM: retraimiento mental; CR: conductas de riesgo; BAS: Búsqueda de apoyo social
ANÁLISIS FACTORIAL CONFIRMATORIO
Para el estudio de la estructura interna se empleó el análisis factorial confirmatorio. Atendiendo a la naturaleza ordinal de los datos, optamos por el estimador robusto Weighted Least Squares Mean and Variance Adjusted (WLSMV). Dado el escaso número de valores faltantes, consideramos aceptable tratarlos mediante la técnica de eliminación por pares (Graham, 2009; Muthén y Muthén, 1998-2010). En este análisis nos basamos en la matriz de datos originales para contrastar los siguientes modelos atendiendo a cada versión del ACSQ (ACSQ-uso, ACSQ-efectividad).
Como indicadores de ajuste se emplearon los siguientes: ratio chi-cuadrado/grados de libertad (x2/gl; Wheaton, Muthén, Alwin y Summers, 1977), Comparative Fit Index (CFI; Bentler, 1990), Tucker-Lewis Index (TLI; Bentler y Bonett, 1980) y Root Mean Square Error of Approximation (RMSEA; Steiger y Lind, 1980). Se encuentra generalmente aceptado (Hu y Bentler, 1995) que los índices de ajuste incrementales deben ser mayores que .90 con valores de RMSEA por debajo de .08. Los resultados ponen de manifiesto un mejor ajuste del modelo de efectividad (x2/gl= 2,57; CFI= 0,913; TLI= 0,904; RMSEA= 0,058) con respecto al modelo de uso (x2/gl= 2,76; CFI= 0,889; TLI= 0,879; RMSEA= 0,059).
CORRELACIONES ENTRE ESCALAS
La Tabla 3 muestra las correlaciones entre las diez dimensiones del ACSQ (tanto uso como efectividad). Un primer dato de interés son las correlaciones que mantienen el uso y la efectividad de una misma estrategia. Dichas correlaciones, en todos los casos positivas y significativas, oscilan entre 0,60 y 0,70 para tres de las estrategias (calma emocional, reestructuración cognitiva y búsqueda de apoyo social), siendo inferiores en el caso de las conductas de riesgo (0,49). Las correlaciones entre el uso y la efectividad del retraimiento mental son muy débiles (0,12).
Tabla 3. Correlaciones entre factores ACSQ – uso y ACSQ- efectividad
Factor |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
1.Uso calma emocional |
0,69** |
-0,19** |
0,27** |
0,25** |
0,65** |
0,55** |
0,10* |
0,30** |
0,28** |
2.Uso reestructuración cognitiva |
-0,13** |
0,29** |
0,26** |
0,55** |
0,69** |
0,13** |
0,41** |
0,29** |
|
3.Uso retraimiento mental |
0,26** |
0,25** |
-0,28** |
-0,26** |
0,12** |
0,07 |
0,02 |
||
4.Uso conductas de riesgo |
0,30** |
0,14** |
0,20** |
0,06 |
0,49** |
0,21** |
|||
5.Uso búsqueda de apoyo social |
0,13** |
0,16** |
0,09* |
0,15** |
0,61** |
||||
6.Efectividad calma emocional |
0,73** |
0,19** |
0,41** |
0,39** |
|||||
7.Efectividad reestructuración cognitiva |
0,21** |
0,49** |
0,43** |
||||||
8.Efectividad retraimiento mental |
0,41** |
0,34** |
|||||||
9.Efectividad conductas de riesgo |
0,36** |
||||||||
10.Efectividad búsqueda de apoyo social |
* p<0,05, **p<0,01
Respecto al uso de las diferentes estrategias de afrontamiento, todas las correlaciones son significativas y en su mayoría positivas. Las correlaciones más elevadas se observan entre la calma emocional y la reestructuración cognitiva (0,69), oscilando el resto entre 0,25 y 0,30. Las únicas correlaciones negativas se observan entre el retraimiento mental y la calma emocional y reestructuración cognitiva.
En relación con la percepción de efectividad, se observan correlaciones significativas y positivas para todas las estrategias, con los valores más elevados en la relación entre la calma emocional y la reestructuración cognitiva (0,73) y los valores más bajos en la relación entre retraimiento mental y la calma emocional (0,19) y la reestructuración cognitiva (0,21).
DESCRIPTIVOS Y CONSISTENCIA INTERNA DE LAS ESCALAS
Como puede observarse en la tabla 4, las puntuaciones de las escalas del ACSQ son muy similares (en un rango de entre 3 y 4), siendo, en general, las puntuaciones de efectividad más elevadas que las de uso. Las puntuaciones más bajas se obtienen en el uso de retraimiento mental; esta estrategia obtiene igualmente la puntuación más baja en lo referente a la percepción de efectividad. Las puntuaciones más altas tanto con relación al uso como a la percepción de efectividad se observan en la calma emocional y en la reestructuración cognitiva.
Tabla 4. Estadísticos descriptivos, consistencia interna y correlaciones entre las dimensiones de ACSQ- uso y ACSQ- efectividad y ansiedad y autoconfianza
Factor |
Media |
SD |
alpha |
Rango |
Asim, |
V1 |
V2 |
V3 |
1.Uso calma emocional |
3,74 |
0,68 |
0,71 |
1-5 |
-0,37 |
-0,06 |
0,00 |
0,29** |
2.Uso reestructuración cognitiva |
3,74 |
0,65 |
0,67 |
1-5 |
-0,35 |
-0,06 |
-0,01 |
0,26** |
3.Uso retraimiento mental |
2,01 |
0,80 |
0,73 |
1-4,5 |
0,76 |
0,20** |
0,21** |
-0,15** |
4.Uso conductas de riesgo |
3,14 |
0,76 |
0,57 |
1-5 |
-0,07 |
0,04 |
0,11* |
0,07 |
5.Uso búsqueda de apoyo social |
2,92 |
0,86 |
0,70 |
1-5 |
-0,11 |
0,19** |
0,14** |
0,09* |
6.Efectividad calma emocional |
3,82 |
0,70 |
0,76 |
1-5 |
-0,52 |
-0,10* |
-0,10* |
0,27** |
7.Efectividad reestructuración cognitiva |
3,80 |
0,71 |
0,74 |
1-5 |
-0,54 |
-0,10* |
-0,10* |
0,27** |
8.Efectividad retraimiento mental |
3,09 |
1,14 |
0,82 |
1-5 |
-0,18 |
0,03 |
0,01 |
0,10* |
9.Efectividad conductas de riesgo |
3,34 |
0,77 |
0,57 |
1-5 |
-0,11 |
-0,04 |
0,03 |
0,18** |
10.Efectividad búsqueda de apoyo social |
3,36 |
0,89 |
0,71 |
1-5 |
-0,28 |
0,05 |
0,01 |
0,15** |
* p<0,05, **p<0,01; V1: ansiedad somática; V2: ansiedad cognitiva; V3: autoconfianza
Respecto a la consistencia interna, los mayoría de los valores oscilan entre 0,70 y 0,80, observándose los valores más bajos en las conductas de riesgo (tanto en uso como en efectividad, alpha=0,57).
VALIDEZ EXTERNA DE LA ESCALA
Para obtener indicadores de la validez externa del ACSQ-uso y del ACSQ-efectividad se procedió a realizar las correspondientes correlaciones de Pearson entre las distintas escalas de ambos cuestionarios y las variables de ansiedad cognitiva, ansiedad somática y autoconfianza (ver Tabla 4).
Con respecto al uso de las estrategias, se observan correlaciones positivas del retraimiento mental y la búsqueda de apoyo social tanto con la ansiedad somática como con la ansiedad cognitiva. Además, el uso de conductas de riesgo también correlaciona positivamente con la ansiedad cognitiva. La autoconfianza correlaciona positivamente con las estrategias de calma emocional, reestructuración cognitiva y búsqueda de apoyo social y negativamente con el retraimiento mental.
En lo referente a la percepción de efectividad, se observan correlaciones negativas tanto de la calma emocional como de la reestructuración cognitiva con la ansiedad somática y cognitiva. La autoconfianza mantiene correlaciones positivas y significativas con todas las dimensiones de la versión ACSQ-efectividad, siendo las más bajas las correspondientes al retraimiento mental y las más elevadas las correspondientes a la calma emocional y la reestructuración cognitiva.
DISCUSIÓN
El presente trabajo pretende la confirmación de la estructura factorial del ACSQ en una muestra de futbolistas españoles, valorando adicionalmente el posible comportamiento diferencial (tanto a nivel de estructura factorial como de validez externa) de dos posibles versiones del cuestionario: su versión tradicional de “uso” y su versión de “percepción de efectividad”, diseñada esta última específicamente para el presente trabajo.
Respecto a la versión tradicional, centrada en el “uso” de las diferentes estrategias de afrontamiento, nos parecía de interés, ante la ausencia de trabajos previos, la validación de la estructura factorial del ACSQ en una muestra de deportistas específicos, concretamente futbolistas. Esta decisión se ve fundamentada porque desde la concepción del coping como proceso, el uso (y también la percepción de efectividad) del mismo está sujeto a una gran heterogeneidad debida a diferencias personales, contextuales o a las relacionadas con la percepción del nivel de amenaza (Frydenberg y Lewis, 1994; Sellers, 1995). Si atendemos a las variables contextuales, diferentes trabajos han mostrado el interés en el análisis de las variables psicológicas en futbolistas dadas sus características diferenciales en comparación con otros deportes colectivos de competición (Laurin, Nicolas, y Lacassagne, 2008; Readdy, Raabe, y Harding, 2014).
El ACSQ en su versión “uso” se comporta de manera similar a lo observado en muestras heterogéneas de deportistas (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). Los indicadores de ajuste obtenidos con nuestra muestra (x2/gl= 2,76; CFI= 0,889; TLI= 0,879; RMSEA= 0,059), son muy similares aunque sutilmente inferiores a los encontrados por Kim et al. (2003) (CFI = 0,90, TLI = 0,88, RMSEA = 0,048 y SRMR = 0,068). Para explicar estas pequeñas diferencias, conviene señalar que los indicadores de ajuste en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) fueron obtenidos tras reajustes de un modelo inicial no satisfactorio, que incluía la covarianza de algunos de los ítems en varios factores. Los índices de consistencia interna son igualmente similares a los encontrados por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) en muestra española (entre 0,70 y 0,80). Destaca la baja consistencia de la estrategia de conductas de riesgo, obteniendo los alphas más bajos tanto en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) como en el nuestro. Sin embargo, esta baja fiabilidad de esta dimensión no se observa ni en muestras americanas ni coreanas (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003).
Respecto a la validez externa del “uso” de las diferentes estrategias de afrontamiento, se observan correlaciones positivas del retraimiento mental, la búsqueda de apoyo social y el uso de conductas de riesgo con la ansiedad (somática y/o cognitiva) en la línea de lo encontrado por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003). Un dato de interés en este sentido es el papel diferencial de las estrategias de afrontamiento en función de si la variable resultado considerada está vinculada a la enfermedad (ansiedad, estrés) o a la salud (autoconfianza, bienestar psicológico). Nuestros datos señalan que mientras el uso de conductas de riesgo y de búsqueda de apoyo social se asocia a mayores niveles de ansiedad, el uso de la calma emocional y de la reestructuración cognitiva se asocia a mayores niveles de autoconfianza. El uso del retraimiento mental parece desempeñan un papel mixto, contribuyendo en igual medida a incrementar los niveles de ansiedad y a disminuir los niveles de autoconfianza. Aunque el hecho de que los determinantes psicológicos de la salud no son los mismos que los de la enfermedad es algo conocido en la literatura previa (Gantt, 2016), sin embargo no se le ha prestado demasiada atención. En el ámbito deportivo, y con el empleo del ACSQ, nuestros datos son coherentes con los encontrados en estudios previos que ponen de manifiesto relaciones positivas de la autoconfianza, la autonomía y el bienestar con el uso de la calma emocional y de la reestructuración cognitiva (Pinto y Vázquez, 2013; Romero, Zapata, Letelier, López y García- Mas, 2013).
De forma similar a lo obtenido por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) en muestras españolas, coreanas y americanas, encontramos que las mayores puntuaciones de uso se observan en la calma emocional y la reestructuración cognitiva, y las menores puntuaciones en el retraimiento mental. Romero, Zapata, García-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010), en una muestra de tenistas, encontraron que la calma emocional era la estrategia más empleada. Sin embargo, si atendemos de manera particular a la muestra española empleada en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003), encontramos diferencias respecto a nuestra muestra de futbolistas en el uso de las restantes estrategias. En particular, la muestra de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) obtiene puntuaciones considerablemente elevadas en la búsqueda de apoyo social y puntuaciones más bien bajas en las conductas de riesgo. Los futbolistas muestreados en el presente trabajo muestran puntuaciones elevadas en las conductas de riesgo, incluso superiores a las obtenidas en búsqueda de apoyo social. El fútbol tiene un orden técnico-táctico, físico, psicológico y social que lo llevan a organizarse y optar por utilizar lo más racional y lógico. Además, posee un equilibrio dinámico ya que debe tratar de mantener la organización y la eficacia dentro de un cierto límite. Cuando se rompe uno de sus elementos, no solo afecta a ese elemento sino al desempeño del sistema por completo (Arruiz, 2009). En este ámbito, y aunque no se han encontrado publicaciones al respecto, es conocido que son muchos los jugadores que ante la oportunidad de mostrar sus destrezas hacen uso de técnicas o habilidades que no habían practicado apenas con anterioridad o que consideran más complejas buscando la satisfacción de aportar algo a los demás, y de mostrar al entorno social de lo que son capaces, aumentando así su propio autoconcepto. Aunque es necesaria una mayor investigación al respecto, en cualquier caso, estos datos diferenciales encontrados en nuestra muestra de futbolistas respecto a otros deportistas, apuntan a la necesidad de atender tanto a los factores personales como situacionales para comprender el proceso de afrontamiento en el deporte (Kim, 1999).
Respecto a la “percepción de efectividad” de dichas estrategias, observamos que la estructura factorial del ACSQ-efectividad replica la estructura conceptual de cinco dimensiones, con indicadores de ajuste incluso superiores a los observados en la versión tradicional ACSQ-uso. La consistencia interna de la efectividad de las diferentes estrategias es igualmente superior a la observada con relación al uso (salvo en el caso de la estrategia de conductas de riesgo que mantiene valores alpha igualmente bajos). Las puntuaciones en efectividad para la totalidad de las dimensiones son muy homogéneas entre sí y considerablemente elevadas, siendo las más altas las correspondientes a calma emocional y reestructuración cognitiva, y las más bajas las correspondientes a retraimiento mental. Respecto a su relación con variables externas se observan correlaciones negativas de la calma emocional y la reestructuración cognitiva con la ansiedad; la “percepción de efectividad” de todas las dimensiones muestra correlaciones positivas con la autoconfianza.
Pese a las reflexiones de Márquez (2006) sobre la necesidad de incluir la percepción de efectividad como un elemento esencial de la evaluación del coping, bajo nuestro conocimiento, su evaluación ha sido ignorada en el ámbito deportivo. El trabajo de Romero, Zapata, García-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010) señala la calma emocional y la reestructuración cognitiva como las estrategias percibidas más efectivas por los tenistas con relación al rendimiento. Siguiendo dicho trabajo, hemos pretendido validar la estructura factorial de una versión ACSQ-efectividad, obteniendo indicadores de ajuste muy satisfactorios, por encima incluso de la tradicional ACSQ-uso, apuntando en todo caso que uso y percepción de efectividad son criterios diferenciales de aproximación al coping. Prueba de ello son las correlaciones moderadas observadas en una misma estrategia entre sus modalidades de uso y efectividad. Las más elevadas se observan, como era esperable, en las estrategias adaptativas (como es el caso de la calma emocional y la reestructuración cognitiva), mientras que las más bajas se observan con relación al retraimiento mental. Parece, en el caso de las estrategias menos adaptativas, que los jugadores son capaces de distinguir que pese a que las empleen, no siempre son necesariamente efectivas.
Igualmente, es importante resaltar que el hecho de que el futbolista perciba una estrategia de afrontamiento como efectiva, con independencia de que sea o no adaptativa, contribuye a mejorar la autoconfianza. Sin embargo, sólo la percepción de efectividad en las adaptativas (calma emocional y reestructuración cognitiva) contribuye a disminuir los niveles de ansiedad.
El presente trabajo cuenta con algunas limitaciones. En primer lugar, la validación se ha realizado en una muestra que, pese a ser suficientemente numerosa respecto a estudios previos, presenta limitaciones en relación con la zona geográfica y al género, lo que afecta a la generalización de los resultados. Otra limitación son los bajos índices de consistencia interna encontrados en la dimensión de conductas de riesgo (tanto uso como efectividad), dato por otro lado, como se ha señalado, encontrado igualmente en la validación original española (Kim, Duda, Tomás y Balaguer 2003). Finalmente, señalar que se trata de un estudio correlacional del que no podemos inferir relaciones causa-efecto.
CONCLUSIONES
El presente trabajo proporciona apoyo empírico a la estructura factorial del ACSQ-uso en una muestra de futbolistas españoles. Además, bajo nuestro conocimiento, es el primer trabajo en validar la misma estructura del ACSQ empleando el criterio de “percepción de efectividad”. Los resultados ponen de manifiesto una mayor congruencia entre el uso y la efectividad en aquellas estrategias más adaptativas (como es el caso de la calma emocional y reestructuración cognitiva), observándose en todo caso que la efectividad percibida (a diferencia del uso) de la estrategia de afrontamiento, sea adaptativa o no, se relaciona de manera significativa con la autoconfianza del deportista.
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