LA VISIÓN DEL ENTRENADOR EN LA TRANSICIÓN A TRAVÉS DE DEPORTE 2000

Feu, S. e Ibáñez, S

Feu, S. e Ibáñez, S. (2001). La visión del entrenador en la transición a través del deporte. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 1 (3) p. 177-187

RESUMEN

A través de las publicaciones especializadas en de la actividad física y el deporte que se editaron en el período que nos ocupa podemos conocer cuales eran las dificultades que tenían los entrenadores y los clubes e instituciones deportivas en las relaciones entre ambos en torno al ejercicio de la profesión de entrenador deportivo. Hemos comprobado que algunas de las circunstancias actuales que se dan en el entrenador no son nuevas y que ya se daban en este período aunque si bien algunas de estas parecen haberse cuando menos mejorado con el paso de los años: la formación del entrenador, el apoyo en otros profesionales especializados, el intrusismo de entrenadores sin titulación, la formalización contratos laborales que garanticen el cobro de emolumentos,…. Las investigaciones publicadas sobre el trabajo del entrenador en la transición son escasas, en la actualidad empiezan a sucederse corroborando así la importancia que tiene el entrenador como otro agente importante, al igual que deportistas, sistemas y métodos entrenamientos, medios e instalaciones,…. que intervienen en el proceso del entrenamiento.

PALABRAS CLAVE: entrenador, problemática, transición, Deporte 2000

I. INTRODUCCIÓN

La situación del entrenador en el deporte español desde finales del franquismo hasta la época de la transición la hemos analizado a través de una publicación que se hizo eco de este período, Deporte 2000, revista editada por el Instituto Nacional de Educación Física de Madrid y dirigida por Santiago Coca. La publicación recoge artículos de opinión, entrevistas, divulgaciones científicas, informaciones y reportajes de los eventos deportivos que se celebraron en los años que se editó (Juegos Olímpicos, Campeonatos del mundo, Liga nacional de fútbol, ascensiones a cumbres importantes,….).

Para conocer y comprender a los entrenadores de este periodo es necesario encontrar las circunstancias y preocupaciones, tanto a nivel institucional y federativo como las del propio entrenador, sobre los aspectos y problemática que afectan al trabajo del entrenador deportivo, e indagar en las posibles soluciones aportadas desde los diferentes colectivos o desde investigaciones realizadas y publicadas en Deporte 2000. Para ello realizamos una revisión bibliográfica de las publicaciones en esta revista durante el período 1974 – 1978, con la finalidad de obtener información sobre la situación y del desarrollo de las funciones del entrenador deportivo en esa época. La información arrojada por todos los documentos analizados se estructuró y organizó en los siguientes apartados: la problemática en torno a la figura del entrenador, las soluciones aportadas desde las instituciones o desde el propio colectivo y las investigaciones realizadas en torno a la figura del entrenador. También hemos creído necesario comparar estos apartados con la situación que apuntan las últimas investigaciones en este campo y las futuras líneas de investigación que de ellas se derivan.

II. ANÁLISIS DE LA IDEA DE ENTRENADOR

Antes de iniciar cualquier análisis debemos apuntar que durante el periodo de publicación de la revista han sido pocos los documentos encontrados en torno a las tareas y figura del entrenador deportivo, es más, no se ha encontrado ningún tipo de documento que refleje investigación alguna que estudie la forma de actuar de los entrenadores, sus problemas, sus motivaciones, que clasifique a estos en función de taxonomía alguna, etc…

También hemos podido observar que las opiniones que veremos reflejadas a continuación son pocas y diseminadas entre los distintos colectivos implicados en el proceso del entrenamiento: entrenadores, comisiones técnicas de las federaciones, colegios de entrenadores y de profesionales de otros campos y/o áreas de conocimiento. Por otro lado las manifestaciones recogidas proceden de distintos deportes colectivos de colaboración oposición.

En este período no son muchos los entrenadores que ejercen en nuestro país debido al escaso hábito de práctica deportiva que según datos pertenecientes a 1975 se fijan en un 20 % de la población los que practican uno o varios deportes, Plaza, D. (1995). El ámbito federado y el sistema educativo, según Plaza, D. (1995), son los canalizadores de la demanda de práctica deportiva, siendo en muchos casos el maestro generalista el encargado de la formación deportiva en los primeros niveles.

q Problemática en torno a la figura del entrenador:

Cuadro de texto: graf. 1: problemática del entrenador de la épocaA través de los textos analizados conocemos que los principales problemas de este período en torno a la figura y profesión del entrenador se encuadraban en los siguientes aspectos:

§ La incidencia de la formación del entrenador en la calidad en el desarrollo de sus funciones.

§ La implicación en el entrenamiento.

§ La defensa del colectivo en las relaciones con los clubes

§ La defensa del colectivo ante el intrusismo “laboral” de personas sin titulación.

§ La necesidad de apoyarse en otras áreas de conocimiento.

La formación del entrenador: una apuesta por la calidad

Son muchos los factores que influyen en la calidad del proceso de entrenamiento, pero de todos es conocido que la formación y experiencia del entrenador son unos de los aspectos más importantes. El segundo se gana con el paso de los años y con la formación permanente, aspecto que veremos más adelante, es por ello que el que más preocupa en la época en la que nos situamos sea el primero, la formación. La formación inicial del entrenador correspondía a las Federaciones, nacionales o regionales, a través de sus comités técnicos o Escuelas de entrenadores. Es muy probable que en cada deporte estas instituciones funcionasen con cometidos, criterios y objetivos prioritarios propios en función de las necesidades de cada una de ellas. En este caso hay que decir que la ley en vigor en aquella época, Ley de Educación física de 1961 no regula las bases des enseñanzas y titulaciones federativas y como consecuencia la formación de los Técnicos Federativos era muy dispar, Plaza, D. (1995).

Por otro lado no hay que olvidar que la experiencia del entrenador también se gana a través de la formación permanente aspecto que comienza a preocupar en algunos colectivos e instituciones. En nuestra revisión, encontramos ejemplos en federaciones deportivas de deportes colectivos de colaboración oposición en las que se abre un debate interno al detectar problemas sobre esta cuestión y que en opinión de algunos responsables federativos estos problemas se centran sobre la calidad durante proceso del entrenamiento. Petit, S. (1975)[1] manifiesta que el principal problema de la falta de calidad de los junior es “la ausencia de técnicos que sean capaces de encauzarles debidamente en el aprendizaje y en el desarrollo del juego” y sigue “es evidente que no tenemos los entrenadores en cantidad que deberíamos tener y especialmente no tenemos los entrenadores en calidad que deberíamos tener”. Petit, S. a porta como dato importante que la cantidad, que era y es necesaria, no debe estar reñida con la calidad. Roncero, A. (1975)[2] reafirma las palabras de Petit, S. (1975) en cuanto al balonmano femenino, calificando el problema como más grave en este caso y situando el problema en el deporte de base, “si queremos hacer algo serio con las chicas hay que empezar a partir de los clubs” “ con unos entrenadores adecuados en los clubs juveniles, que es donde de hecho se coge la base”.

Por otra parte el problema de la formación se ve agravado por la tipología del entrenador de la época al que Petit, S. (1975) define como autodidacta ya que va a necesitar “unas posibilidades económicas, bibliográficas, etc. … que faciliten su formación” aspecto que repercutirá en el territorio nacional en función de las posibilidades económicas y desarrollo de las distintas regiones. 

La implicación en el entrenamiento

Otro problema apuntado es la implicación del entrenador entendiéndola como el interés y cumplimiento de sus funciones como entrenador: la aplicación de sus conocimientos a pesar de las dificultades, la preocupación por su formación permanente, sus planificaciones,… Para Barcenas, D.(1975) en general hay muchos entrenadores que se rinden ante la más mínima contrariedad para él todo el problema en torno radica en la falta de interés y entrega de los entrenadores y jugadores. En muchos deportes la organización y estructuras de club en general no estaban muy arraigadas debido a su juventud y a la falta generalizada de recursos tanto en instalaciones, ya sean de uso privado como público, como en material. Ante esta situación el entrenador tenía que preocuparse de aspectos organizativos de su deporte haciendo a veces de directivo, pudiendo constituir un factor negativo para la motivación hacia su principal tarea, entrenar.

La defensa del colectivo de entrenadores. Del amateurismo a la profesionalización

La profesionalización del entrenador no va a llegar igual para todo el colectivo, es conocido que salvo algunos jugadores reconvertidos a entrenador que llegan rápido a profesionalizarse como tales, todos los demás que están inmersos en las tareas de entrenador han empezado como amateurs y en la mayoría de los casos en esta época continuaban siéndolo. Por otro lado un factor determinante va a ser el deporte al que se dedica cada uno, pues no es ni fue lo mismo dirigir un equipo de fútbol, donde los poderes económicos están mucho más patentes, que uno de hockey sobre hierba o balonmano. 

En 1956 se funda la Agrupación Castellana de Entrenadores, que más tarde pasaría a ser Colegio Castellano de Entrenadores, como lugar para cambiar impresiones entre los entrenadores. Antón; C. (1976)[3] , Presidente del Colegio Castellano de entrenadores, atribuye las siguientes funciones al colegio “ velar por el prestigio de la profesión del entrenador “ “y defenderle en su relación laboral dentro del club”.

En estos años el marco laboral del entrenador se empieza a complicar debido a la exigencia de resultados por parte de los clubes, provocando en ocasiones dificultades a la hora del cobro de la ficha y a una movilidad, a veces excesiva, del colectivo pues los clubes al sentirse perjudicados intentan evadir sus compromisos tras cesar a los entrenadores. Esta situación obviamente no se da en todos los deportes, el fútbol parece ser el pionero incluso en categorías a nivel regional. Estas asociaciones aparecen a raíz de una paulatina profesionalización del colectivo o cuando los emolumentos o pago de servicios a los entrenadores empiezan a ser habituales e incluso a aumentar en cuantía en las categorías de nivel regional.

Otra forma de proteger al colectivo de entrenadores va a ser la de evitar la entrada de intrusos, gente sin titulación en los banquillos y pistas de entrenamiento. Para Antón, C., la intención del Colegio Castellano era exigir paulatinamente en las ligas más inferiores la exigencia de una titulación regional para poder asumir las funciones de entrenador. Por tanto podemos decir que los Colegios de Entrenadores surgen con la misión de proteger a los técnicos titulados.

No parece, a tenor de lo encontrado en nuestra revisión, haber una preocupación importante en el Colegio de entrenadores, por involucrarse directamente en la formación permanente del entrenador. Esta tarea parece relegada a instituciones federativas y a los Institutos Nacionales de Educación Física.

La necesidad de las ciencias de apoyo en el entrenamiento

Algunos entrenadores y profesionales de otras áreas de conocimiento empiezan a reivindicar la presencia de profesionales para ayudar a control del entrenamiento desde otros puntos de vista: fisiológico, psicológico, biomecánico,….. La primera de las áreas que pide un lugar dentro del proceso del entrenamiento es la medicina, para Torrado, M. (1976) “el médico deportivo ayuda al entrenador con sus conocimientos científicos y con los medios que dispone a la conservación de la interrelación de órganos y sistemas o al descubrimiento y tratamiento del más mínimo disfuncionalismo de los mismos.” “ el médico deportivo tiene un papel primordial, puesto que es él y sólo él el que tienen conocimientos para dar diagnóstico del estado funcional del deportista.” El Dr. Torrado cita también el tipo de pruebas y exámenes que debe realizar el médico deportivo y apunta que con ello obtendrá un perfil biológico del deportista que será transmitido al entrenador para que planifique el comienzo del trabajo, la cantidad e intensidad del esfuerzo y los medios de entrenamiento,

Por otro lado algunos entrenadores manifiestan la necesidad de tener conocimientos en torno a áreas como la psicología para conocer mejor a sus jugadores, es el caso de Díaz Miguel, A. (1974)[4] que afirma que “la psicología es importante” “creo que en parte es mucho de estudiar la persona, de ver sus reacciones, de ver como reacciona respecto a las cosas buenas, respecto a las cosas malas y ver como se asocia, porque es un deporte de asociación, con todos sus compañeros”. De la necesidad del estudio de un área concreta por parte del entrenador deducimos la necesidad del apoyo en otras áreas, aunque todavía la incursión de profesionales de algunas áreas específicas para colaborar directamente con el entrenador está por llegar, recuérdese lo que supuso de novedoso a nivel popular en los años 90 la llegada de Floro, B. al Real Madrid con la inclusión de un psicólogo dentro del cuadro técnico de un equipo de fútbol en el entrenamiento y partidos, aunque en otras disciplinas ya se venía haciendo de antes en nuestro país.

graf. 2: problemática en torno al entrenador deportivo en la transición

 

q Soluciones aportadas desde las instituciones y desde el propio colectivo

Tras el análisis de la situación del entrenador deportivo parecen destacar como puntos más importantes a solucionar : la formación, tanto inicial como permanente, la defensa ante los intrusos, el cobro de las remuneraciones de los entrenadores, la implicación del entrenador y la necesidad de utilizar las ciencias de apoyo: medicina, psicología,… Algunas soluciones a estos problemas se han señalado a través de aportaciones hechas desde las propias Federaciones Deportivas y de la agrupación de los entrenadores en los Colegios, aunque siempre, a nuestro parecer, con soluciones a medio y largo plazo y con el apoyo en muchos casos de una legislación nueva en el ámbito deportivo.

Algunas Federaciones Deportivas ya articulaban en su seno instituciones preocupadas por la formación del entrenador, es el caso de las Escuelas Nacionales de Preparadores o Entrenadores. Entre los cometidos de una de estas, la Escuela de la Real Federación Española de Balonmano, encontramos que tenía los siguientes: “el control y la aportación de profesorado en aquellas federaciones que no puedan disponer de él para los cursos provinciales, organización y convocatoria de los cursos nacionales, cursos de actualización, “stages”, comunicaciones técnicas y organización de biblioteca y filmoteca”[5]. Estos cometidos reflejan un interés, al menos por esta federación, por garantizar tanto por la formación inicial como la permanente, aspecto de vital importancia para Petit, S. (1975) para lograr elevar el nivel del balonmano y en consecuencia el de la selección nacional.

Cuadro de texto: FORMACIÓN DEL ENTRENADOR

La defensa del entrenador en las relaciones laborales con los clubes parece ser uno de los motivos de la aparición de los Colegios de Entrenadores que además protege y defiende al entrenador de las posibles intrusiones de entrenadores sin carnet. La profesionalización del deporte y de algunas categorías se aceleró debido al aumento de inversiones económicas con el fin de conseguir títulos.

La implicación de los entrenadores en muchos casos se veía dificultada por problemas a veces ajenos a sus funciones y más bien propios de las funciones de los directivos. El entrenador ejercía una doble función ya que debía aconsejar al directivo o incluso tomar la iniciativa para aportar soluciones. Nos tememos que en la mayoría de los casos este problema se solucionaría con el desarrollo y asentamiento de los clubes y mediante la formación de los directivos en sus tareas. 

Volviendo a la incorporación de profesionales de otras áreas de apoyo al equipo de técnicos de una equipo, las aportaciones del Dr. Torrado (1976) muestran una realidad sin la que no se podría concebir el entrenamiento actual de cierto nivel. Estas incorporaciones como veremos a continuación dependerán de la permisividad del entrenador a la hora de aceptar estas incorporaciones.

q Investigaciones en torno al trabajo del entrenador

En la revisión de los documentos no podemos apuntar ninguna referencia de ese período sobre investigaciones en torno a la figura y las tareas del entrenador. Este aspecto no nos coge de sorpresa ya que en recientes revisiones bibliográficas consultadas, publicaciones, proyectos de investigación y tesis doctorales, una de las principales dificultades fue la escasez de estudios y bibliografía, sobre todo en lengua castellana.

A lo largo de la revisión se ha comprobado que existe una gran cantidad de artículos de investigación relacionados con el entrenamiento en diferentes áreas: la iniciación deportiva, la preparación física, biomecánica,…. he incluso sobre instalaciones deportivas, aspecto que llama la atención al ser una de los problemas a los que debía enfrentarse el entrenador en cuanto a las infraestructuras y medios para entrenar.

III. CONCLUSIONES y PROSPECTIVA

 En las publicaciones entre los años mencionados de la revista Deporte 2000 no aparecen artículos de investigación aunque si opiniones de entrenadores y dirigentes de la época que apunta la problemática de entonces del entrenador.

En los últimos las investigaciones sobre el tema parece haber incrementado dando pie a publicaciones, tesis doctorales sobre este tema que nos están aportado una fuente importante de conocimiento.

La necesidad de seguir buscando mejoras en la formación de los entrenadores ha pasado de ser una preocupación por la formación inicial, ya que la propia Ley del Deporte[6] lo regula, a una preocupación por la calidad de la enseñanza durante la formación permanente del entrenador. Desde diversas asociaciones y entidades públicas y privadas se ofertan gran cantidad de cursos y seminarios a tal efecto, la propia actividad física y el deporte toman un papel importante en el ámbito universitario, ofertando líneas específicas de estudios en el área del entrenamiento deportivo y el alto rendimiento.

Por otro lado el deporte a continuado con la profesionalización de los entrenadores en mayor grado, produciéndose contratos millonarios y ceses fulminantes en periodos de tiempo relativamente cortos de trabajo, es el caso del fútbol. Es muy probable que el colectivo acabe asociándose, al igual que los deportistas, en asociaciones profesionales de entrenadores, que protejan sus intereses de una forma mucho más específica en el plano laboral.

Las ciencias de apoyo y la tecnología se han ido abriendo paso poco a poco y va a depender del nivel y el tipo de deporte para estar más o menos introducidas. La tipología del entrenador, Ibáñez, (1997), será una de las claves para incluir en mayor o menor medida a profesionales de otras áreas o especialistas en aspectos concretos del entrenamiento en el equipo técnico y/o incluir tecnologías y materiales novedosos, por tanto los entrenadores más tradicionales serán los que se apoyen menos en estos y los colaborativos y tecnológicos los que más.

La implicación en el entrenamiento era y continua siendo un problema dentro del colectivo, siendo más tangible a nivel del deporte base ya que es frecuente encontrar personas que se dedican a entrenar sin remuneración económica, como hobby o simplemente por ayudar sin implicarse demasiado. Esto no debe tomarse como algo generalizado ya que estamos seguros que la implicación es algo intrínseco a la personalidad de cada entrenador.

Desde hace varias décadas las investigaciones sobre las características y tareas del entrenador han venido de la mano de la psicología, las recientes investigaciones sobre el conocimiento de las actuaciones y actitudes derivadas de la propia actividad del entrenador parecen abarcar un mayor ámbito de estudio. En la actualidad conocemos la taxonomía de las tipologías o modelos de entrenador, Ibáñez, S. (1997), y una serie de variables, descritas por Ibáñez, S. (1997) que afectan a las tipologías de entrenador: Actitud en el entrenamiento, formación previa, proceso de planificación y implicación profesional. En algunos casos estas variables coinciden con las inquietudes, aunque de forma aislada, de entrenadores de la época aunque si bien no fueron objeto de estudio en aquel periodo. Las actuales líneas de investigación se desarrollan en el ámbito de la Psicología del Deporte y de las Ciencias del Deporte, e intentan buscar instrumentos para identificar los modelos de entrenador, conocer en que medida les afectan distintas variables, conocer el pensamiento del entrenador ante diversas situaciones en el ejercicio de su labor profesional, etc.,… dando así pie a multitud de diseños de investigación. Con ellos podemos intervenir sobre el entrenador, a través de su formación inicial y permanente, en el desarrollo de su profesión mediante los diseños de investigación – acción, o sobre aspectos que se identifiquen como susceptibles de modificación para mejorar sus actuaciones y ejercicio profesional.

IV. BIBLIOGRAFÍA

CAPARROS, F. Díaz Miguel, torbellino de palabras. En Deporte 2000, nº 70, noviembre 1974, pp. 34 – 37. INEF. Madrid.

FEU, S.; IBÁÑEZ, S.: Validación de cuestionarios para clasificar los modelos de entrenador y conocer las variables que les afectan. En I Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte. Universidad de Extremadura. Cáceres. 2000. Pp.215 – 225.

GONZÁLEZ, M. Arbitros y entrenadores dos temas a debate. En Deporte 2000, nº 90 – 91, julio y agosto de 1976, pp. 88 – 89. INEF. Madrid

IBÁÑEZ, S. Los modelos de entrenador deportivo basados en el rol predominante. Revista Española de Educación Física y Deportes, vol. 4. nº 4. Consejo General de COPLEF. Madrid. 1997, pp.: 35 – 42.

IBÁÑEZ, S.: Variables que afectan al establecimiento de los modelos de entrenador de baloncesto. Revista Habilidad Motriz, nº 10. COPLEF Andalucía. Córdoba. 1997, pp.: 30 -37

IBAÑEZ, S.: Análisis del proceso de formación del entrenador español de baloncesto. Tesis doctoral. Universidad de Granada. Granada. 1996.

PLAZA, D. (1995) Evolución histórica de la formación de Técnicos Deportivos en España. VI cursos de verano de la U.N.E.D., La formación de formadores de Técnicos Deportivos. .U.N.E.D. Ávila. (fotocopias).

 10/1990 Ley del deporte. B.O.E. Madrid.

R.D. 594/1994 de a 8 de abril. Sobre enseñanzas y títulos de los Técnicos Deportivos.. B.O.E. Madrid

R.D. 1913 / 1997 de 19 de diciembre. Enseñanzas de régimen especial para la obtención del Título de Técnico Deportivo. B.O.E. Madrid.

REDACCIÓN: Deportes para la XXI olimpiada, hoy balonmano. En Deporte 2000, nº 82, INEF, Madrid, noviembre 1975, pp. 66.

TORRADO, M.: Colaboración entre el entrenador y el médico deportivo en España. En Deporte 2000, nº 88. INEF. Madrid, 1976, pp. 8.



[1] Manifestaciones del vocal de la Comisión Técnica de la Federación Española de Balonmano y responsable de la selección junior. Sergit, P. (1975) ¿cuáles son los problemas de los junior? y ¿dónde debe insistirse más?. Entrevista, redacción: Deportes para la XXI olimpiada, hoy balonmano. En Deporte 2000, nº 82, INEF, Madrid, noviembre 1975, pp. 67.

[2] Manifestaciones del vocal de la Comisión Técnica de la Federación Española de Balonmano y responsable del equipo nacional femenino. Roncero, A. (1975) Problemática del balonmano femenino. Entrevista, redacción: Deportes para la XXI olimpiada, hoy balonmano. En Deporte 2000, nº 82, noviembre 1975, pp. 67. INEF, Madrid.

[3] ANTÓN, C.: Función del Colegio Castellano de entrenadores. Entrevista. GONZÁLEZ, M. Arbitros y entrenadores dos temas a debate. En Deporte 2000, nº 90 – 91, julio y agosto de 1976, pp. 88 – 89. INEF. Madrid.

[4] DÍAZ MIGUEL, A. Habla de la Psicología en la Entrevista: CAPARROS, F. Díaz Miguel, torbellino de palabras. En Deporte 2000, nº 70, noviembre 1974, pp. 34 – 37. INEF. Madrid.

[5] Manifestaciones realizadas por el Presidente de la Real Federación Española de Balonmano, BARCENAS D.: Cometidos de la Escuela Nacional de Preparadores. Entrevista, REDACCIÓN: Deportes para la XXI olimpiada, hoy balonmano. En Deporte 2000, nº 82, INEF, Madrid, noviembre 1975, pp. 66.

[6]Ley del Deporte 10/ 1990, de 15 de Octubre dentro del marco de esta Ley se desarrolló el Real Decreto 594/1994, de 8 de abril que más tarde fue sustituido por el Real Decreto 1913/ 1997 de 19 de diciembre, que regula la formación de técnicos deportivos en la actualidad.