MUSCLE STRENGTH, GAIT SPEED, AND REACTION TIME IN ACTIVE ELDERLY PEOPLE

FUERZA, VELOCIDAD DE MARCHA Y TIEMPO DE REACCIÓN EN ADULTOS MAYORES ACTIVOS

Al Nayf Mantas, M.R.1Párraga-Montilla, J.2; Lozano-Aguilera, E.3; López-García, S.4 y Moral-García, J.E.4\ 

1 Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Graduado en Ciencias Actividad Física y Deporte, Facultad de Educación, Universidad Pontificia de Salamanca (España) ralnayfma@gmail.com

Profesor del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de Jaén (España) jparraga@ujaen.es

Profesor del Departamento de Estadística e Investigación Operativa, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Jaén (España) elozano@ujaen.es

Profesor del Departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Facultad de Educación, Universidad Pontificia de Salamanca (España) slopezga@upsa.esjemoralga@upsa.es

Código Unesco / UNESCO Codes: 2411.99 Actividad Física y Salud / Physical activity and health; 6310.09 Calidad de vida / Quality of Life

Clasificación del Consejo de Europa / Council of Europe classification: 17. Otras (Actividad física y salud) 17 Other (Physical activity)

Recibido 22 de noviembre de 2019  Received November 22, 2019

Aceptado 4 de julio de 2020  Accepted July 4, 2020

 Al Nayf Mantas, M.R.; Párraga-Montilla, J.; Lozano-Aguilera, E.; López-García, S. y Moral-García, J.E (2022) Muscle Strength, Gait Speed, and Reaction Time in Active Elderly People. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 22 (85) pp. 153-167

DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.85.010 

RESUMEN

El envejecimiento implica pérdida de funcionalidad, existiendo una asociación entre mayores niveles de fuerza, de velocidad de marcha y de tiempo de reacción con un buen estado de salud. El objetivo es analizar el nivel de capacidades físicas y perceptivas de los participantes en un programa de actividad física. Participaron 170 adultos mayores (93 mujeres), de 65±6,8 años. La fuerza se midió con el press de banca, test de la silla y la prensión manual. La velocidad de la marcha en 8 y 30 m se midió con células fotoeléctricas y el tiempo de reacción con sistema optogait. Los resultados muestran un buen nivel de condición física, siendo los más mayores más lentos y con peor reacción a un estímulo. La fuerza disminuye al avanzar la edad, pero puede mantenerse en óptimos niveles con la práctica regular de actividad física.

PALABRAS CLAVE: Actividad física. Nivel de condición física. Habilidades perceptivas. Programa. Envejecimiento. 

ABSTRACT

Aging implies loss of functionality, there is an association between higher levels of strength, walking speed and reaction time with a good state of health. The objective is to analyze the level of physical and perceptual abilities of the participants in the physical activity program. 170 older people (93 women), 65±6.8 years old, participated. Strength was measured with the bench press, chair test and manual grip. The walking speed at 8 and 30 m was measured with photoelectric cells and the reaction time with an optogait system. The results show a good level of physical condition, the oldest being slower and with a worse reaction to a stimulus. Strength decreases with advancing age, but can be maintained at optimal levels with regular physical activity. 

KEY WORD: Physical activity. Fitness level. Perceptive abilities. Program. Aging.

1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad, está ampliamente comprobado que existe una importante asociación entre el nivel de las capacidades físicas de las personas mayores y su salud, calidad de vida y longevidad. Están acreditados los innumerables beneficios que reporta tener una vida activa (Neufer et al., 2015; Romero, Carrasco, Sañudo, & Chacón, 2010). El repunte de los hábitos sedentarios es común en la mayoría de los países de la unión europea, siendo insuficientemente activos en torno a dos tercios de su población, principalmente en personas mayores. Se ha incrementado el número de personas con un bajo nivel de actividad física (AF), con mayor prevalencia en las mujeres (Munera et al., 2016).

El envejecimiento conlleva una pérdida de funcionalidad de los diferentes sistemas y órganos, que se agrava si no se dan los estímulos fisiológicos necesarios para tener una buena aptitud física (Izquierdo, Santos, Martínez, & Ayestarán, 2008). Esta situación puede verse empeorada si no se practica AF de forma habitual, ya que se considera un importante factor de salud por la comunidad científica (Ruiz-Juan & Zarauz, 2011). De hecho, la práctica de AF tiene consecuencias positivas sobre la salud de las personas desde diversos planos, como el físico, psicológico y el afectivo-social. Centrándonos en el primero, USDHHS (2008) ha comprobado la existencia de mejora de la fuerza y de la masa muscular, así como el mantenimiento de las capacidades funcionales y la mejora del equilibrio, que se traduce en una mejor condición física de las personas mayores con hábitos de vida activos.

Los beneficios pueden ser más óptimos si la AF se hace siguiendo las pautas recomendadas por organismos como el (USDHHS, 2008), que recomienda hacer AF de moderada a vigorosa, con una duración de entre 150 y 75 minutos diarios, y entre 5 a 3 días semanales. Recomendación que posteriormente se ha visto avalada por diferentes organismos internacionales (Thompson, Arena, Riebe, & Pescatello, 2013; World Health Organization, 2010) y que ha reforzado la importancia del incremento de práctica de AF como estrategia de mejora de la calidad de vida de las personas mayores (Lera-López et al., 2017).

Lo importante de trabajar la fuerza, entendida como la tensión ejercida por un músculo o grupo muscular durante una contracción muscular, es encontrar mejoras en las capacidades físicas de las personas, como consecuencia del incremento de la masa muscular y a una mayor funcionalidad asociada a una correcta coordinación del sistema nervioso central y los diferentes elementos que componen el músculo. Este mayor nivel de fuerza, provoca una mayor protección para el organismo, reduciendo el riesgo de padecer numerosas enfermedades y/o permitiendo un tratamiento más efectivo a estas (Cornelissen & Fagard, 2005; Enns & Tiidus, 2010; Tanasescu et al., 2002; USDHHS, 2008).

Numerosos estudios confirman que la fuerza es la capacidad física con mayor asociación a un buen estado de salud, produciéndose con el paso de los años una pérdida de masa muscular asociada al proceso de envejecimiento (Reid et al., 2014). La edad de 50 años se ha considerado como el momento donde más pronunciado es el declive, perdiéndose un 1-2% de masa magra por año (Keller & Engelhardt, 2013), además de verse influenciado de manera significativa por los importantes efectos de la sarcopenia a medida que avanza la edad (Evans, 2015). La combinación entre sarcopenia, pérdida de masa muscular y capacidad de trasmisión de impulsos nerviosos, contribuye a disminuir la funcionalidad de la persona, dificultándole tareas básicas como levantarse de una silla, subir escaleras, recuperar la postura después de una perturbación del equilibrio e incluso caminar a una velocidad normal (Lang et al., 2010).

El resultado directo de la disminución de la capacidad de fuerza se traduce en una pérdida funcional que limita la capacidad de movimiento y favorece las caídas (Shahudin et al., 2016). Tal es así que, (Ruiz et al., 2008) encontraron evidencias de que un bajo nivel de fuerza está relacionado con toda causa de morbimortalidad. Lo que implica la necesidad de prevenir o actuar contra el deterioro físico, siendo la AF un importante protector con mayor relevancia a medida que avanza la edad y una herramienta imprescindible para combatir esta deficiencia (Keller & Engelhardt, 2013). Habiéndose comprobado incluso que, en edades avanzadas si se practica con frecuencia, se puede mejorar la fuerza de manera significativa (Ferreira et al., 2012).

La velocidad de la marcha (VM) es un importante predictor del riesgo de caídas, así como del estado de salud en personas mayores (Ojagbemi, D’Este, Verdes, Chatterji, & Gureje, 2015). Esta capacidad disminuye con la edad, siendo en torno a un 20% más baja en los adultos mayores, propiciando muchas veces este descenso por la necesidad de prolongar los tiempos de apoyo para buscar mayor seguridad y estabilidad al caminar (Sorenson & Flanagan, 2015).

Asociado a problemas con la marcha están las caídas y la morbilidad, lo que hace que muchas veces las personas mayores sean reacias a la práctica de AF, fundamentalmente por miedo a sufrir algún tipo de lesión (Studenski et al., 2011). De hecho, un bajo nivel de movilidad, definido (Blain et al., 2010) como una VM inferior a 0.8m/s o una longitud de zancada inferior a 0.5 m, es indicativo de un mal estado de salud y de riesgo de dependencia, e incluso de muerte (Cheung, Lam, & Cheung, 2016). Muchas veces, a una precaria movilidad, pueden verse asociadas circunstancias concomitantes como problemas en el control de movimiento, estabilidad, o mal funcionamiento de órganos y sistemas, como el corazón, respiratorio, circulatorio o musculo-esquelético (Studenski et al., 2011).

El tiempo de reacción (TR) es un buen indicador del rendimiento del sistema nervioso en personas ancianas (Mercer, Hankins, Spinks, & Tedder, 2009), entendiéndose como tal el intervalo de tiempo que hay entre la presentación de un estímulo y el comienzo de la respuesta (León, Oña, Ureña, Bilbao, & Bolaños, 2011). Este se ve seriamente afectado en la vejez (Aley et al., 2007; Woods, Wyma, Yund, Herron, & Reed, 2015), debido principalmente al deterioro y a los cambios que se producen en el sistema nervioso central provocados por la edad (Hagger-Johnson, Deary, Davies, Weiss, & Batty, 2014). Aspecto que se evidencia de manera especial en el TR que necesita el adulto mayor a la hora de elegir un punto de apoyo durante la marcha (Pijnappels, Delbaere, Sturnieks, & Lord, 2010). Según Mirelman et al., (2012), este déficit limita la habilidad de responder ante una pérdida de equilibrio, considerándose esta variable un importante indicador de la capacidad de una persona anciana a la hora de desarrollar tareas cotidianas (Burton, Strauss, Hultsch, & Hunter, 2009).

No obstante, al igual que ocurre con variables como la fuerza, el papel de la actividad física es vital para frenar el descenso de variables cognitivas, muy especialmente si hablamos de personas mayores (Kamijo et al., 2009). Así, el TR parece guardar más similitudes con la fuerza y con la VM, ya que los hombres tienden a mostrar mejores resultados que las mujeres (Kamijo et al., 2009). De hecho, Tun & Lachman (2008) demostraron que los hombres, a partir de los 45 y hasta los 85 años, reaccionan a mayor velocidad que las mujeres. Esta diferencia parece ser propia de la naturaleza de cada sexo, donde el componente hormonal cobra relevancia, ya que incluso con entrenamiento, la diferencia se mantiene (Lipps, Eckner, Richardson, Galecki, & Ashton-Miller, 2009). Este dato cobra especial relevancia teniendo en cuenta que el TR también es considerado como un importante indicador de riesgo de mortalidad (Batty et al., 2009; Hagger-Johnson et al., 2014; Metter, Schrager, Ferrucci, & Talbot, 2005).

Como se ha constatado, existen numerosos factores que se pueden englobar en lo que genéricamente se llaman capacidades físicas de las personas, que hacen pensar en que son múltiples los componentes que influyen en la salud desde esta perspectiva y en la asociación que hay entre todos ellos. Cuando existe un déficit en uno de ellos los demás se ven afectados.

En base a estos antecedentes, el objetivo principal del presente estudio fue analizar el nivel de capacidades físicas y perceptivas de los participantes en el programa de AF organizado por la Universidad de Jaén. Se propusieron también 3 objetivos secundarios que pretendían verificar el nivel de fuerza, el TR y la VM; teniendo en cuenta la edad y el sexo de los participantes.

2. MÉTODO

2.1. Diseño y participantes

Se trata de un estudio descriptivo de corte transversal, en el que el muestreo fue de tipo no probabilístico e intencional, ya que el objetivo era elegir a personas con una edad y un nivel de AF similar.

La muestra estuvo compuesta por un total de 170 personas (77 hombres y 93 mujeres), mayores de 50 años de edad (65±6.8 años), que participaban en un programa de AF dirigido en la Universidad de Jaén. Dicho programa se realizaba a lo largo del curso académico con una frecuencia semanal de 3 sesiones, en las cuales el principal objetivo era trabajar el acondicionamiento físico general de los participantes. 

2.2. Instrumentos

Se utilizaron varios instrumentos destinados a la medición de las diferentes capacidades físicas planteadas, de uso común en este tipo de investigaciones: 

  • T-Force: Para registrar la variable fuerza del tren superior se utilizó el medidor lineal de posición T-Force (Ergotech Consulting, S. L., Murcia, España), que posee un acoplador que fue colocado en la barra de musculación (Adam Sport, Granada, España). El medidor lineal de posición mide con una resolución de la medición del espacio de .2mm y la frecuencia de muestreo a la que se adquieren los datos se ha fijado en 1.000 Hz, por tanto, se obtiene un dato de velocidad cada milisegundo.
  • Dinamómetro de presión: Para la medida de la fuerza isométrica del brazo, se ha utilizado un dinamómetro manual adaptable Grip Strength Dynamometer TKK.5101. Grip-D. con precisión de .1 Kg.
  • Plataforma de infrarojos: Los distintos tiempos de reacción se midieron con una plataforma de infrarrojos Optogait (Microgate, Bolzano, Italia).
  • Células fotoeléctricas: Para la variable VM, se utilizaron 3 células fotoeléctricas Microgate kit racetime2 light radio (Microgate, Bolzano, Italia).
  • Silla y cronómetro: Para la realización del test de la silla, se utilizó una silla firme y con respaldo, cuyo asiento se encontraba a 43 centímetros de altura y un cronómetro para medir los 30 s de duración de la prueba.

2.3. Procedimiento

Se obtuvieron las autorizaciones de la Universidad de Jaén donde se realizaban las sesiones de trabajo, así como los consentimientos informados de todos los participantes en el estudio. Se ofrecieron unas breves instrucciones y se aseguró a los participantes la confidencialidad de las respuestas emitidas. La participación fue totalmente voluntaria, a sabiendas de que el abandono del estudio podía ser unilateral sin necesidad de justificar la renuncia. Los encuestados no recibieron ninguna compensación monetaria por su contribución. Ningún participante se negó a colaborar. La investigación fue desarrollada siguiendo las directrices éticas de la Declaración de Helsinki vigente, cumpliendo en todo momento con los máximos estándares de seguridad y ética profesional para este tipo de trabajos.

Como criterios de inclusión tenían que cumplir los siguientes requisitos: debían haber participado en el programa de actividad física para mayores de la Universidad de Jaén durante los tres últimos años. Para ello se consultó el listado de asistencia y aquellos que tuvieran períodos de ausencias largos o un nivel alto de ausencias fueron rechazados. No tener una prescripción médica que les impida la realización de AF y/o alguna de las pruebas planteadas en la investigación.

La toma de datos fue realizada bajo la supervisión del investigador principal, el cual se encargó también de entrenar, específicamente para estas pruebas, a los 3 colaboradores que ayudaron en la toma de datos. Estos colaboradores partían con experiencia previa en evaluación de capacidades físicas en personas mayores, además de tener una formación afín al ámbito de la actividad físico-deportiva (dos Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y un Diplomado en Educación Física).

2.4. Análisis de datos

Se realizó un estudio descriptivo mediante análisis de frecuencias, que permitió extraer una información lo más exacta posible a cerca de las características de la muestra. Posteriormente se utilizó la prueba de levene para el análisis de varianzas entre ambos sexos. Se aplicó el estadístico “t” de Student para la prueba de igualdad de las medias. Las relaciones existentes entre variables se analizaron con el coeficiente de correlación de Pearson. Los análisis se realizaron con el SPSS (v.20.0 de SPSS Inc., Chicago, IL, EE.UU).

3. RESULTADOS

3.1. Análisis descriptivo de variables

Para la descripción de las diferentes variables analizadas se calcularon descriptivos como la media, mediana, desviación típica, asimetría y curtosis (Tabla 1).

Tiempo de reacción. La variable Tiempo de Reacción Acústico (TRA) es la que presenta un menor tiempo de reacción (0.635 s.), seguida del Tiempo de Reacción Acústico-Visual (TRV-A) (0.643 s.) y del TRV (0.669 s.). Porcentualmente, el 70% de los sujetos analizados en el TRA se sitúa en tiempos de reacción entre los 0.45 y 0.7 s. El Tiempo de Reacción Visual (TRV) indica que el 80% de los participantes tienen un tiempo de respuesta que se halla entre 0.5 y 0.8 s. Respecto al TRV-A el 67% de los participantes reacciona en un tiempo comprendido entre 0.5 y 0.75 s.

Velocidad de la marcha. En la prueba de 0-8 m. el 85% caminaron a una velocidad entre 1.5 y 2.25 m/s, siendo la velocidad media general de 1.9±.33 m/s. En la distancia 8-30 m., se observa un leve descenso en la VM, ya que el 93% de los participantes desarrollaron una velocidad de entre 1 y 1.75 m/s, en este caso la velocidad media fue de 1.38±.25 m/s. En el recorrido de 0-30 m. el 83% obtuvo una velocidad de entre 1.25 y 1.75 m/s, manteniendo una velocidad media de 1.49±.27 m/s.

Fuerza. La fuerza de prensión manual, medida con la dinamometría (DM), refleja una puntuación media de 24.61±8.56 kg., situándose el 58% de los participantes entre los 15 y 25 kg. En el test de la silla la media de repeticiones fue de 21.06±4.61, logrando realizar el 68% de los sujetos entre 16 y 23 repeticiones. En el test de press de banca plano con barra la Repetición Máxima (RM) media fue de 22.28±15.02 kg., situándose el 82% de la muestra entre 10 y 24 kg. en la RM.

Tabla 1. Estadísticos descriptivos de los 3 tipos de tiempo de reacción, velocidad de la marcha y fuerza.

 

 

TIEMPO DE REACCIÓN

VELOCIDAD MARCHA

FUERZA

 

 

TRA

(s)

TRV

(s)

TRV-A

(s)

0-8 m

(m/s)

8-30 m

(m/s)

0-30 m

(m/s)

DM

 

(kg)

Test silla

 

(Repetic)

RM

 

(kg)

Media

 

.635

.669

.643

1.90

1.386

1.494

24.61

21.06

22.28

Desv. Típica

 

.124

.124

.135

.331

.256

.271

8.568

4.614

15.029

Asimetría

 

1.013

.586

.500

1.363

1.716

1.677

.988

.403

1.717

Curtosis

 

1.742

.566

.618

3.979

.283

.283

.299

-.201

1.938

Percentiles

10

.481

.508

.486

1.614

1.174

1.263

15.48

16.00

10.00

20

.532

.565

.528

1.670

1.222

1.328

17.66

17.00

13.00

25

.548

.579

.558

1.714

1.235

1.339

19.23

18.00

13.25

50

.622

.653

.632

1.856

1.326

1.421

22.65

21.00

16.50

75

.704

.765

.724

2.038

1.499

1.631

27.25

23.00

22.75

80

.734

.778

.736

2.115

1.555

1.659

30.26

25.00

27.80

90

.787

.828

.829

2.238

1.599

1.730

42.25

28.00

51.00

                       

Existen varias modas, se elige la menor.

TRA: tiempo de reacción acústico; TRV: tiempo de reacción visual; TRV-A: tiempo de reacción visual-acústico; VM 0-8 m: velocidad de la marcha distancia de 0-8 m; VM 8-30 m: velocidad de la marcha distancia de 8-30 m; VM 0-30 m: velocidad de la marcha distancia de 0-30 m; RM (kg): una repetición máxima pectoral.

3.2. Estudio de la varianza e igualdad de medias

Se realizó un análisis comparativo entre hombres y mujeres para el estudio de la varianza (prueba de Levene) e igualdad de medias (estadístico t de Student) (Tabla 2).

Prueba de Levene. Para el análisis comparativo de varianzas entre hombres y mujeres se usó como método la prueba de Levene. Los resultados obtenidos reflejan diferencias estadísticamente significativas (p≤0.05) en todas las variables analizadas excepto en la TRA.

Estadístico t de Student. Se estudio la igualdad de medias entre hombres y mujeres mediante el estadístico t de Student. Los resultados muestran medias distintas en todas las pruebas de fuerza así como en los distintos tramos de VM, encontrándose además diferencias estadísticamente significativas (p≤0.05) favorables a los varones. Por el contrario, en los datos encontrados no se evidencian diferencias significativas, por sexo, en la variable TR. Por lo que se podría concluir que en cuanto a la fuerza y VM las medias encontradas son distintas, y en relación al TR las medias tienden a la igualdad.

Tabla 2. Análisis comparativo de varianzas (prueba de Lavene) y de medias (prueba t de Student) entre sexos.

VARIABLE

 

ANÁLISIS DE VARIANZAS

 

(Prueba de Levene para la igualdad de varianzas)

ANÁLISIS DE MEDIAS

 

(95% Intervalo de confianza para la diferencia)

 

F

Sig.

Informe

t

Sig. (bilateral)

Diferencia de medias

(M-H)

Inferior

Superior

Informe

TRA  (s)

2.433

.123

SAVI

.311

.757

.010831

-.058646

.080309

MI

TRV (s)

10.969

.001

No SAVI

.476

.639

.022253

-.075540

.120047

MI

TRV- A (s)

5.035

.028

No SAVI

.314

.756

.014000

-.078449

.106449

MI

VM 0-8 m (m/s)

12.220

.001

No SAVI

-4.011

.001

-.43946

-.66946

-.20947

MD

VM 8-30 m (m/s)

13.329

.000

No SAVI

-3.419

.003

-.31472

-.50842

-.12102

MD

VM 0-30 m (m/s)

13.879

.000

No SAVI

-3.545

.002

-.34074

-.54295

-.13853

MD

DM (kg)

10.916

.002

No SAVI

-10.315

.000

-16.792

-20.183

-13.400

MD

Test silla (repetic.)

9.603

.003

No SAVI

-2.410

.026

-3.701

-6.904

-.497

MD

RM (kg)

60.940

.000

No SAVI

-7.808

.000

-29.514

-37.500

-21.529

MD

TRA: tiempo de reacción acústico; TRV: tiempo de reacción visual; TRV-A: tiempo de reacción visual-acústico; VM 0-8 m: velocidad de la marcha distancia de 0-8 m; VM 8-30 m: velocidad de la marcha distancia de 8-30 m; VM 0-30 m: velocidad de la marcha distancia de 0-30 m; RM (kg): una repetición máxima pectoral.

F: Tamaño del efecto; Sig.: Significatividad; SAVI: Se asumen varianzas iguales; No SAVI: No se asumen varianzas iguales

M: Mujer; H: Hombre; MI: Medias Iguales; MD: Medias Distintas

3.3. Análisis de correlaciones

El análisis de correlación de todas las variables físicas entre sí y con la edad se obtuvo mediante el coeficiente de correlación de Pearson (Tabla 3).

Variables fisiológicas y edad. Los resultados mostraron una alta relación positiva entre todos los tipos de TR y la edad (TRA: 0.346**, TRV: 0.323** y TRA-V: 0.367**). Sin embargo la relación fue negativa en la variable VM, en las tres variables evaluadas (0-8m.: -0.271*, 8-30 m.: -0.286* y 0-30 m.: -0.285*). Aunque en menor medida, también fue negativa en el test de la silla (-.232).

Variables fisiológicas. Del análisis de los resultados obtenidos se puede afirmar que existe, de forma general, una correlación elevada en todas las pruebas de una misma categoría fisiológica (por ejemplo, entre las tres medidas de TR entre sí). De la mezcla entre diferentes variables, destaca sobre todo la correlación positiva encontrada entre la VM medida en 0.8m. con la DM (0.619**) y con la RM (0.628**).

Tabla 3. Análisis de correlaciones de todas las variables físicas entre sí y con la edad.

 

 

TRA

TRV

TRV-A

VM 0-8

VM 8-30

VM 0-30

DM

Silla

RM

Edad

TRA (s)

Pearson

1

.709(**)

.676(**)

-.235(*)

-.247(*)

-.246(*)

-.270(*)

-.289(*)

-.206

.346(**)

Sig.

 

.000

.000

.047

.037

.037

.022

.014

.083

.003

TRV (s)

Pearson

 

1

.695(**)

-.264(*)

-.272(*)

-.272(*)

-.285(*)

-.267(*)

-.274(*)

.323(**)

Sig.

 

 

.000

.025

.021

.021

.015

.023

.020

.006

TRV-A (s)

Pearson

 

 

1

-.348(**)

-.379(**)

-.376(**)

-.310(**)

-.303(**)

-.282(*)

.367(**)

Sig.

 

 

 

.003

.001

.001

.008

.010

.016

.002

VM 0-8 (m/s)

Pearson

 

 

 

1

.955(**)

.972(**)

.619(**)

.573(**)

.628(**)

-.271(*)

Sig.

 

 

 

 

.000

.000

.000

.000

.000

.021

VM 8-30 (m/s)

Pearson

 

 

 

 

1

.998(**)

.595(**)

.608(**)

.600(**)

-.286(*)

Sig.

 

 

 

 

 

.000

.000

.000

.000

.015

VM 0-30 (m/s)

Pearson

 

 

 

 

 

1

.605(**)

.606(**)

.610(**)

-.285(*)

Sig.

 

 

 

 

 

 

.000

.000

.000

.015

DM (kg)

Pearson

 

 

 

 

 

 

1

.430(**)

.831(**)

-.159

Sig.

 

 

 

 

 

 

 

.000

.000

.183

Silla (repetic.)

Pearson

 

 

 

 

 

 

 

1

.524(**)

-.232

Sig.

 

 

 

 

 

 

 

 

.000

.050

RM (kg)

Pearson

 

 

 

 

 

 

 

 

1

-.054

Sig.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

.652

Edad (años)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1

** La correlación es significativa al nivel .01 (bilateral); * La correlación es significante al nivel .05 (bilateral).

TRA: tiempo de reacción acústico; TRV: tiempo de reacción visual; TRV-A: tiempo de reacción visual-acústico; VM 0-8 m: velocidad de la marcha distancia de 0-8 m; VM 8-30 m: velocidad de la marcha distancia de 8-30 m; VM 0-30 m: velocidad de la marcha distancia de 0-30 m; RM (kg): una repetición máxima pectoral.

4. DISCUSIÓN

Con esta investigación se pretende valorar el nivel de fuerza, el TR y la VM, y determinar si existen de diferencias por sexo y edad en los parámetros analizados. Los resultados encontrados sugieren que la práctica regular de AF mejora la condición física de las personas mayores. Los sujetos de mayor edad presentan menos VM y peores tiempos de reacción. Los hombres tienen mayores niveles de fuerza y VM que las mujeres.

De todas las variables analizadas la VM, en las personas mayores de 50 años analizadas, siempre ha sido superior al 1 m/s. Datos que evidencian unos buenos niveles de condición física, puesto que como recogen diferentes estudios (Dodson et al., 2016; Purser et al., 2005; Woo, Ho, & Yu, 1999) los problemas de salud y el riesgo de enfermedad se agudiza con una VM inferior a .8 m/s. Estos valores también aportan un importante valor predictivo a la hora de detectar personas frágiles, en riesgo de padecer discapacidad o de sufrir accidentes de la vida diaria.

Los mayores niveles de VM se localizan en distancias de 0-8m, experimentándose un descenso paulatino de la velocidad conforme se incrementa la distancia. Descenso de rendimiento que puede ser asociado a la aparición de fatiga y/o incapacidad para mantener una alta velocidad en distancias superiores (Lindsay, Obrosielski, & Knuth, 2015).

La edad es otra variable a tener en cuenta, puesto que se ha obtenido correlación negativa entre la edad y la VM (-0.285), lo cual indica que a medida que las personas se hacen mayores van perdiendo VM. Datos que coinciden con los obtenidos en el estudio de (Bohannon,1997), donde la correlación fue de -0.210 y la VM fue de 1.75 m/s vs. 1.75-2 m/s, para una distancia de 0-7.62 m.

La evaluación de la fuerza muscular refleja una tendencia similar a la encontrada con la VM en relación con la edad. Concretamente, en el test de la silla, se evidencia una ligera correlación negativa (-0.232), al igual que en la DM y RM pero en menor medida, lo que se traduce en que las personas jóvenes son las que obtienen mejores indicadores. En la línea de otro estudios (Srinivas-Shankar et al., 2010), en el que se confirma un descenso notable de fuerza por causa de la edad. Aunque esta situación puede mitigarse en parte incrementando la práctica de AF, ya que se ha demostrado una mejora en fuerza explosiva e incluso beneficiando la composición corporal de las personas mayores (Jiménez, Pardo, Quintero, & Muñoz, 2019).

El TR determinó que, de las tres pruebas realizadas, el TRA es la que presenta un menor TR (0.635 s.), seguido del TRV-A (0.643 s.) y, por último, del TRV (0.669 s.). Al comparar estas tres variables con la edad se observa una correlación positiva significativa, tanto en la TRA (0.346**), TRV (0.323**) y TRV-A (0.367**). Resultados que son similares a los obtenidos por Hunter et al., (2001), cuya correlación entre dichas variables fue de 0.360**. Coincidiendo también con los posicionamientos de otros autores, cuando afirman que existe un aumento de los TR paralelo al incremento de la edad de los sujetos (Aley et al., 2007; Tun & Lachman, 2008).

En el análisis comparativo de los TR en ambos sexos, apreciamos que en el TRA se asumen varianzas iguales, sin embargo, esto no ocurre en los TRV y TRV-A, aunque según el análisis estadístico los valores medios de ambos sexos no son muy diferentes entre sí en todos los TR. Respecto a la diferencia de medias, Saar, Paz, & Rosental (1995) obtuvieron resultados distintos, presentando en este caso los hombres TR medios significativamente inferiores a las mujeres. Al igual que otro estudio (Tun & Lachman, 2008), que encontró resultados similares en personas de entre 45 y 85 años. Otros investigadores (Lipps et al., 2009) tasan esta diferencia en torno a unos 20-30 milisegundos. Además, afirman que esta diferencia persiste en sujetos con distintos niveles de condición física. Por lo que adquiere más importancia el incremento de la práctica de AF (Moral-García, Al Nayf Mantas, López-García, Maneiro, & Amatria, 2019).

La interpretación de estos resultados tiene que hacerse de forma cautelosa, siendo conscientes de la posible existencia de variables contaminantes. Características diferentes de muestras, la pertenencia o no a un programa de ejercicio físico, así como la práctica o no de AF regular, pueden hacer que la condición física de las personas fluctúe tanto en los niveles de fuerza, velocidad y TR (Ferreira et al., 2012). Aunque hay que poner de relieve la importancia que tiene la condición física con la práctica de AF y con la calidad de vida y bienestar emocional de las personas mayores (Lera-López et al., 2017). Además, las personas mayores físicamente activas tienen una mejor autoestima positiva y un menor riesgo de dependencia que las sedentarias (Moral-García, García, García, Jiménez, & Dios, 2018).

5. CONCLUSIONES

La práctica de AF regular beneficia a las personas mayores de 50 años, situando sus capacidades físicas dentro de los niveles óptimos según el TR, VM y fuerza. La edad es un factor determinante que condiciona la velocidad de la marcha y los tiempos de reacción, descendiendo la velocidad e incrementándose el tiempo de reacción conforme se aumenta la edad. Por sexo no existen diferencias en los tiempos de reacción, sin embargo, tanto en la velocidad de la marcha como en la fuerza los hombres presentan valores más elevados que más mujeres.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Número de citas totales / Total referentes: 47 (100%)

Número de citas propias de la revista / Journal’s own referentes: 4 (8,5%)